Una familia peculiar: abril 2009

Estas son las palabaras dirigidas a la nueva pareja de casados, que si no tuvo una buena oratoria, si tuvo el mayor sentimiento de cariño para estos dos que me caen tan bien, como son Marta y Adolfo. Las publico a petición de algunos de vosotros.

BODA MARTA Y ADOLFO.
24 de Abril de 2.009

¿Estamos todos? ¿?, ¿Falta alguien?....

En momentos como este, nos solemos hacer esta pregunta, mientras miramos de reojo para comprobar si han llegado los que siempre se suelen retrasar, porque son habitualmente despistados y se suelen perder, por que no encuentran aparcamiento, o simplemente por que no son puntuales y llegan tarde a todas partes.
Queremos que estén todos. Un acto tan importante y único en la vida como la boda de Marta y Adolfo no es para perdérselo.
Las ausencias pesan mucho y son imperdonables. Es una pena que alguien deje de ver lo guapa y radiante que está la novia y lo elegante y apuesto que está el novio, por un inoportuno retraso y que se pierda este momento.¡Qué buena pareja hacen!.
Los novios, que han preparado este acontecimiento con tanto mimo, ilusión y algunos nervios, también quieren estar rodeados por todas las personas que quieren y todos los que les queremos y apreciamos. Por eso se apura al máximo para que no falte nadie.
Quizás si no miramos bien, podemos pensar que tenemos algunas ausencias muy importantes…pero hay que fijarse bien. ..

Aquí vemos al abuelito, elegante, con el traje un poco apestillado y la corbata impecable, de momento, que ya vendrá después algún lamparón que otro. La abuelita algo nerviosa, ha tenido que escuchar varias veces: ¡Vamos Peligros!, ¡vamos Peligros!, ¡llegamos tarde!, pero como siempre, ¡no encontraba las gafas!. Justo al lado está Antonio Gambín, hecho un dandy, con su traje azul cruzado y un nudo de la corbata impecable que se ha hecho meticulosamente. Está aparentemente serio, se casa su hijo Adolfo, el único que faltaba, pero tiene esa media sonrisa de felicidad tan típica suya. Está emocionado de ver a su hijo y orgulloso de estar aquí, junto a su mujer, su inseparable Josefina, que hoy está especialmente guapa, recién salida de la peluquería, se nota que la han peinado los mismos ángeles y la han dejado estupenda, quizás se han pasado un poco con el tono rubio, pero le favorece y ella no disimula su emoción y alegría, sin perder esa sonrisa de buena persona y buena madre que tanto la define.

¿No les veis?. ¡Fijaros bien!. No están sentados en los bancos de madera que llenan esta sala. Están en los sillones de preferencia, en la primera fila de nuestros corazones.

Dicen que las personas viven mientras se les recuerda, y nosotros no hemos dejado de recordarlos ni un segundo, por eso están aquí presentes, en los mejores lugares. Y si en tantos momentos, mientras preparábamos esta boda, los hemos necesitado y nos hubiera gustado contar físicamente con todos, porque les hemos echado mucho de menos y hemos sentido la necesidad de su apoyo, consejos y palabras, y hemos tenido que aprender a sufrir el vacío y la soledad de hacer las cosas sin su valiosa ayuda, por eso, en estos momentos no podían faltar, ni podíamos permitir su ausencia. Como no van a faltar nunca en los momentos buenos y malos que tengamos, y seguirán viviendo para siempre en nuestros corazones, en esos mismos lugares de preferencia que ocupan hoy.

Les hablaremos a nuestros hijos de vosotros, de sus abuelos y de sus bisabuelos, para que les conozcan y haremos lo posible por trasmitir el cariño y la ternura que ellos tanto nos han dado: Queridos Papá, Mamá y Abuelos.
Por eso la ceremonia puede empezar sin ningún problema, porque aquí no falta nadie.¡Estamos todos!.

Pero esto no puede comenzar con nudos en las gargantas, ni tampoco sin desear toda la felicidad del mundo a este nuevo matrimonio y sin darle la bienvenida "formal" a Marta a esta "familia peculiar", que aunque sabe que cuenta con el cariño de todos y siempre ha sido una mas, desde este momento lo es de "pleno derecho". Ya es una "miembra" más.
Espero que toméis buena nota de tanta embarazada que nos rodea y que sigáis el ejemplo.
Ya que Adolfo es tan guapo, por algo dicen que se parece a mi, os animo que continuéis esta línea, y en la siguiente tanda de embarazos, que puede incluir también a la madrina, mejoréis la especie, que los tres que están en camino os van a colocar el listón muy alto y os lo van a poner muy complicado.
Creo que tenéis cualidades para afrontar este reto tan difícil, ¡salta a la vista con miraros en este momento! Y todos esperamos que ¡deis la talla!.
Espero que mis palabras representen la opinión y el sentimiento de todos, y en nombre de todos, os transmitimos todo nuestro cariño y deseo de felicidad con:
¡UN FUERTE APLAUSO!